Overblog
Edit post Seguir este blog Administration + Create my blog

camilo alberto guerrero hernandez

camilo alberto guerrero hernandez

Compartir mis gustos y opiniones, mas la información que conozco, con otros usuarios de over-blog. en pro de mejorar el conocimiento y la vida. POR FAVOR COMENTA, SUGIERE, OPINA, AYUDANOS A COMPRENDER EL MUNDO Y MEJORAR GRACIAS.


ASTRONOMIA

Publicado por beto activado 29 Julio 2009, 11:38am

Etiquetas: #ASTRONOMIA

ASTRONOMIA
icon_rolleyes.gif

  FUENTE: ESPACIO CIENCIA
selecciona todo el escrito

Colisión de dos planetas a 100 años luz del nuestro

El telescopio espacial Spitzer ha detectado una nueva prueba de lo caótico que es nuestro Universo. A 100 años luz de nuestra apacible vida, dos planetas jóvenes han chocado.


La colisión se produjo hace pocos miles de años, por lo que se puede calificar de reciente en términos astronómicos. Los planetas, que eran del tamaño de la Luna y Mercurio, colisionaron a unos 36.000 kilómetros por hora

(unos cuantos puntos de carnet de conducir) y fue tan violento que el más pequeño de los dos se vaporizó, según

las simulaciones por ordenador que se han realizado. El que era del tamaño de Mercurio fundió su superficie, pero se mantuvo orbitando la estrella HD 172555, muy joven, y observadora de lujo del espectáculo de la colisión, en la que rocas y lava fueron eyectadas al espacio, que es lo que ha detectado el telescopio espacial Spitzer.

No nos debe sorprender tanto la colisión de estos dos planetas, ya que nuestro propio hogar sufrió un proceso parecido cuando se creó nuestra Luna. Un planeta más pequeño, llamado Theia, fue el causante, según los científicos. De la colisión, que también fundió la superficie de la Tierra, surgieron infinidad de rocas que más tarde se aglomeraron en lo que pasó a ser la Luna.

El sistema solar gobernado por la estrella HD 172555 es relativamente joven, por lo que es lógico que sucedan sucesos como este que también sucedieron en el nuestro en los primeros años de vida. Generalmente, los planetas rocosos como el nuestro provienen de una aglomeración de rocas de colisiones. La estrella HD 172555 tiene 12 millones de años de antigüedad, mientras que nuestro Sistema Solar tiene 4,5 mil millones.

Tampoco podemos olvidar que Júpiter fue atacado por un cometa hace poco, dejando una cicatriz en su atmósfera del tamaño de la Tierra.

 

 

Una galaxia parecida a la Vía Láctea

Relativamente cerca de nosotros, a 13 millones de años luz (a la vuelta de la esquina), en la Constelación Centauro,  yace una galaxia llamada NGC 4945 que no tendría mayor importancia para nosotros si no fuera porque su forma es muy parecida a la de nuestro propio hogar: la Vía Láctea.


Las imágenes se han obtenido del observatorio de La Silla, en Chile, y en ellas podemos ver la galaxia NGC 4945, encarada hacia nosotros, y su forma curiosamente familiar para nosotros. Es una galaxia en espiral, con brazos luminosos, rodeando, torsionadamente, su centro.

Desde nuestra perspectiva se podría pensar que tiene la forma de un cigarrillo, pero las nuevas observaciones desechan esta creencia para darnos su forma real. Eso sí, ahí se acaban las similitudes con nuestra galaxia ya que, pese a que, como casi todas las que tienen esta forma, tiene un agujero negro en su centro, este emite mucha más energía al espacio que el nuestro. En esa región central, los filtros especiales del telescopio desde el que se obtuvieron las imágenes nos indican que se expulsa hidrógeno y se forman muchas nuevas estrellas.

Podríamos decir que es una galaxia revoltosa, no como la nuestra, de las denominadas calmadas.

Los agujeros negros atrapan hacia ellos el gas y el polvo, hasta que emite radiación de alta energía, incluyendo rayos X y ultravioleta. En las galaxias como la Vía Láctea, que también tienen un agujero negro en su centro, no se dedican a engullir (al menos activamente) lo que tienen alrededor.

 

El ciclo solar sí afecta a la Tierra

A pesar de que se creía que los máximos y los mínimos del Sol en su ciclo de 11 años no afectaban mucho a nuestro planeta, un grupo de investigadores parece haber descubierto que sí.

Es una prueba más de la relatividad, en el aspecto terrenal del término. La cantidad de energía que llega a le Tierra procedente del Sol (la fuente última de energía de nuestro planeta) apenas varía un 0,1% entre el máximo y el mínimo de actividad, pero esto es suficiente para que se comprueben sensibles variaciones en la Tierra.

Para ello, los científiicos han contado con mediciones y observaciones meteorológicas desde hace 100 años y tres potentes simuladores por ordenador para tratar de encontrar una conexión entre el ciclo solar y la meteorología terrestre. Y tiene conexión, sobre todo en dos sitios tan inconexos como la estratosfera y el Océano Pacífico.

En la estratosfera, la capa de la atmósfera que se extiende desde los 10 kilómetros hasta los 50 kilómetros, el Sol influye excitando el movimiento del aire, intensifica los vientos y las lluvias, y cambia la temperatura superficial del agua, modificando así toda la meteorología.

El incremento de radiación solar durante la producción de manchas solares en sus picos de actividad es absorbida por la estratosfera, calentándola sobre los trópicos, donde la luz solar es más intensa. La energía extra produce más ozono que a la vez absorbe más radiación. Este calentamiento influye en la evaporación del agua, poniendo más vapor de agua en la atmósfera, que sigue el curso natural y provoca fuertes lluvias.

Fuente | LiveScience

 

El misterio de los anillos de Saturno

Ahora que se cumplen los 400 años desde que se construyera el telescopio de Galileo Galilei, tenemos que recordar a los anillos de Saturno, ya que el histórico astrónomo fue el primero en echarles un vistazo.

Los anillos de Saturno consisten en 35 billones de billones de toneladas de hielo, polvo y rocas. La sonda Cassini y las Voyager han observado cambios en los patrones de los anillos, lo que sugiere que los anillos están permanentemente evolucionando a través del tiempo.

Los anillos no son una cosa exclusiva de Saturno. Las observaciones han detectado anillos en Urano, Neptuno e incluso en Júpiter, aunque está claro que los más espectaculares y másicos son los de Saturno, que los científicos han organizado, de dentro hacia afuera, como D, C, B, A, F, G y E.

Una de las teorías que explicarían los anillos de Saturno es que anteriormente formaron una luna, destruida hace 4.000 millones de años en una etapa de intenso bombardeo. Aunque también se baraja justo la idea contraria: que sea polvo y rocas que nunca llegaron a condensarse y formar un satélite.

Tampoco tienen claro los científicos cuando surgieron los anillos. Desde los comienzos del Sistema Solar, hace ya 4 mil millones y medio de años, mientras que los datos obtenidos de la sonda Voyager indicaban que tenían unos 200 millones de años, cuando los dinosaurios comenzaron su andadura sobre la Tierra.

Como curiosidad, no podemos irnos sin decir que Saturno es el único planeta del Sistema Solar que tiene una densidad menor que la del agua.


Telescopio de Galileo

El Telescopio de Galileo, fue construido en 1609 por el famoso astrónomo. Consistía en un telescopio de refracción, con una lente convexa en la parte delantera y una lente ocular cóncava.

telescopio-galileo

Gracias al invento, Galileo observaba la Luna y las estrellas, así como pudo descubrir las fases de Venus, lo que indicaba que giraba alrededor del Sol, como la Tierra. También pudo descubrir cuatro lunas orbitando alrededor de Júpiter. En la imagen superior podemos ver dos telescopios de Galileo conservados en el Museo de Historia de la Ciencia de Florencia, como homenaje al instrumento que nos ha posibilitado saber donde estamos en el universo.

A continuación os mostramos además un video acerca de como construir un Telescopio de Galileo Casero.

 

 

El cometa Halley, un viejo conocido

Hace más de 2000 años, concretamente en el año 239 a.C, los astrónomos divisaron en el cielo un cometa, que se vendría observando cada 76 años periódicamente. Se trataba del que a la postre sería el cometa más conocido del firmamento: El cometa Halley.


Su nombre se debe a Edmund Halley, que fue el astrónomo que calculó por primera vez su órbita. Gracias a sus cálculos y a las descripciones de avistamientos anteriores, afirmó que en 1757 el cometa que se había visto en el año 1472, 1531, 1607 y 1682 volvería a pasar cerca de nuestro planeta. Edmund Halley nunca pudo comprobar que sería cierto, ya que murió 16 años antes, y sólo se equivocó en sus cálculos en un año.

La última vez que el cometa Halley nos visitó fue en 1986, y no pasará de nuevo cerca de nosotros hasta el año 2061, cuando haya completado una nueva vuelta a su órbita, que se alarga desde las 0,6 UA (entre Mercurio y Venus) y se aleja hasta las 35 UA, algo menos de la distancia al planeta Enano Plutón.

El cometa Halley también tiene sus rarezas. En nuestro Sistema Solar hay dos clases de cometas, los de ciclo corto y los de ciclo largo. Los primeros vienen del Cinturón de Kuiper, una zona situada entre 30 y 50 UA de la que ya hemos hablado en espaciociencia, y los segundos, de la nube de Oort, situado a más de 50.000 UA. El cometa Halley puede presumir de pertenecer a ambos grupos, ya que los cálculos de su órbita indican que inicialmente provenía de la nube de Oort, pero fue atrapado por los cuerpos gigantes gaseosos del Sistema Solar y pasó a ser un cometa de ciclo corto.

Con motivo del paso del cometa cerca de nuestro planeta en el año 1986, la Agencia Espacial Europea (ESA) lanzó la misión Giotto, inicialmente proyectada por la NASA, pero declinada debido a recortes económicos. La sonda Giotto se aproximó a tan solo 596 kilómetros del cometa Halley.

 

Cráteres en la Tierra y en la Luna

Desde que surgieron ambos cuerpos (la Luna mucho después de la Tierra), los impactos de meteoritos han condicionado la forma de la superficie de la Tierra y de la Luna.

Desde que se crearon sufrieron los impactos, y aun hoy los sufren, aunque la mayoría de los meteoritos que caen a la tierra son de un tamaño tan pequeño que es inapreciable. Hasta que el Sistema Solar se estabilizó y ahora resulta más inusual que caigan. Sin embargo, al mirar a la Luna, vemos en su superficie el paso de los años, y como ha sufrido los impactos a lo largo de toda su superficie. ¿Por qué no se nota tanto en la Tierra?

La respuesta es sencilla. El viento, el agua y la vegetación provocan la erosión de los cráteres en un tiempo muy pequeño (a escalas geológicas, claro está). Excepto algunas contadas excepciones, incluso los cráteres más grandes son destruidos por las placas tectónicas. Al contrario de lo que pasa en la Luna, donde los cráteres son prácticamente permanentes y sólo pueden ser modificados por otros impactos posteriores o por el viento solar. Si vemos un cráter en la Luna que nos parece nuevo, seguramente lleve ahí cientos de años.

La NASA ha sacado a la luz dos fotografías en las que aparece un cráter lunar de hace unos 500 millones de años:


Y el cráter Barringer de Arizona, de sólo 50.000 años de antigüedad. Fue formado a partir del impacto de un asteroide de hierro y níquel de 46 metros de diámetro. De los 700 metros que llegó a medir de profundidad ha pasado a los 150 metros actuales.


Imágenes | SPACE

 

 

La NASA concluye la construcción del cohete Ares I

El día 31 de octubre será especial este año. Y no tiene nada que ver con Halloween. Para los amantes de la exploración espacial, es el día en el que la NASA probará por primera vez el cohete Ares I-X, el prototipo de prueba que ya ha sido montado por completo, y servirá para lanzar la cápsula Orión en las próximas ambiciosas misiones espaciales.

Los transbordadores espaciales ven como su tiempo llega a su fin. En principo estaban destinadas a desaparecer del panorama espacial en 2010, aunque retrasarán su jubilación. El cohete Ares I-X es ya la estructura más grande en el centro de ensamblaje del Centro Espacial Kennedy. Es el cohete más grande desde el Saturn 1B, que mandaba a los astronautas a la estación espacial Skylab en los setenta.

La construcción del cohete Ares I-X ha llevado 3 años, y, como es lógico, la puesta a punto y la prueba del cohete es un paso crucial en el proceso de diseño para el programa Constelación, que mandará a los hombres de nuevo a la Luna y, más tarde, a Marte.

Los primeros vuelos de la nave Orión no serán antes de 2015. De todos modos, al ser un prototipo, no es el cohete real que llevará el Ares I definitivo. De hecho, tienen una estructura que hará de nave Orión simulando su masa y sus anclajes, y un sistema de aborto de la misión. El cohete Ares I debería alcanzar 40.2 kilómetros de altura en los primeros dos minutos de ascenso.

Ahora mismo, la estructura del cohete mide 100 metros de altura.

 

 

Nuestro tiempo en la Tierra se acaba

Hoy día se habla más que nunca de las posibilidades de que haya vida allende nuestras fronteras. Y se pone mucho empeño en tratar de descubrirla, desde que en 1995 se descubriera el primer planeta exterior al Sistema Solar, o exoplaneta. Sin embargo, ¿cuándo dejará nuestro planeta de ser habitable?


Los científicos y astrónomos parecen unánimes. Dentro de no mucho. En la búsqueda de la vida exterior a nuestro planeta, los esfuerzos se centran en encontrar un planeta similar al nuestro, que orbite alrededor de su estrella en

la llamada zona de habitabilidad, que es aquella donde, grosso modo, ni estás tan cerca de tu estrella para quemarte ni tan lejos para quedarte helado.

Nuestro planeta ha tenido la fantástica suerte de estar a la distancia clave para poder soportar la vida (tal y como la conocemos, claro). Sin embargo, los estudios parecen reflejar que, irónicamente, el Sol no parece la estrella idónea para albergar vida a su alrededor, cosa curiosa teniendo en cuenta que es la única estrella que sabemos que lo hace.

En la explicación de la vida en la Tierra y en las condiciones hay ciertos actores que tienen papeles protagonistas. Uno de ellos es, claramente, el Sol, su energía irradiada y su campo magnético. Y otro es el campo magnético propio de la Tierra, que nos protege de las partículas cargadas que vienen hacía nosotros, impidiendo que nuestra atmósfera se aleje, y actúa como escudo contra esos rayos cósmicos. De hecho, se cree que el que Marte no tenga atmósfera es consecuencia de que no tiene campo magnético intrínseco.

En el mismo estudio, se dan razones de por qué nuestra dupla Tierra-Sol y su éxito no es tan normal. Las estrellas que serían más idóneas para albergar vida son las llamadas enanas naranjas, que tienen una esperanza de vida mucho mayor que la del Sol, entre 20 y 40 mil millones de años, por lo que dejarían la zona habitable siendo habitable (valga la redundancia) mucho más tiempo. Además, la Tierra tampoco parece un sitio idóneo. Sería mejor que tuviera tres o cuatro veces más masa, con una gravedad mayor, para que retuviera mejor la atmósfera.

Y lo peor de todo es que nuestro Sol empezará a hacerse más luminoso, más grande, y más caliente en, como mucho, mil millones de años, por lo que el agua líquida en la Tierra pasaría de ser un bien escaso a un bien inexistente, provocando un efecto invernadero infernal.

 

 

 

Lágrimas de San Lorenzo: la mejor lluvia de meteoros

Mañana día 11 agosto y el día 12 son los mejores días para disfrutar de las llamadas Lágrimas de San Lorenzo, un espectáculo celeste en el cual podremos ver una lluvia de meteoros (también llamada lluvia de estrellas).


Las lágrimas de San Lorenzo es una lluvia de meteoros de obligada visualización.

Cuando escuchamos el término lluvia de estrellas no es que las lluvias caigan. De hecho, las estrellas fugaces no son estrellas, son meteoros que al pasar a la atmósfera se queman y podemos observar su movimiento. Hay muchas lluvias de meteoros a lo largo del año, pero sin duda la de las Lágrimas de San Lorenzo es la más conocida en el hemisfero norte ya que llega en agosto, un mes idóneo para trasnochar, para no pasar frío en un lugar poco iluminado, y para disfrutar de una noche al raso.

Además, este año es una obligación para todos los aficionados a la astronomía o simplemente aquellos que quieran disfrutar del espectáculo de algo mágico, ya que tendrá una intesidad bastante importante. Esta lluvia de meteoros tiene su origen en el cometa Swift-Tuttle, descubierto en 1862 y que tiene un periodo orbital alrededor del Sol de 130 años. Cada año, en agosto, la Tierra pasa cerca de la órbita del cometa y podemos ver como los restos que se han desprendido de él llegan a nuestra atmósfera a unos sesenta kilómetros por segundo, iluminando la mejor noche de agosto.

En ausencia de luna llena (ya que su brillo nos impediría ver con claridad la lluvia), un observador puede ver hasta 200 meteoros en una hora.

Así que ya sabéis, el día 11 y el día 12 de agosto tenéis un espectáculo gratuito a la vuelta de la esquina. Tan solo tenéis que mirar al cielo por la noche.

La nota curiosa la pone en planetario Hayden de Nueva York, que hace unos años recibió la llamada de un hombre preocupado por si podría recibir daño de los meteoros si se quedaba en la calle. La respuesta fue que no, ya que estos meteoros son del tamaño de granos de arena, tienen la consistencia de la ceniza de un cigarrillo y se queman a unos 80-100 kilómetros de la superficie de la Tierra.

Si tenéis la posibilidad de tapar la luna con un árbol, tendréis mejor visibilidad.

 

 

 

a NASA acerca la energía nuclear a la Luna

En los últimos años hemos oído que la NASA está pensando crear una base en la Luna para desde allí iniciar el asalto a los confines de nuestro Sistema Solar, empezando, claro está, por Marte, el gran planeta rojo. Pero, ¿cómo alimentar toda la potencia necesaria para mantener una base lunar? La respuesta es sencilla: energía nuclear.

Pero no imaginemos, al menos por ahora, una central nuclear enorme que abasteciera toda la futura base lunar, que comenzaría a crearse alrededor del año 2020, cuando la NASA tiene pensado mandar de nuevo humanos a la Luna. Las fuentes de energía serían pequeñas plantas de potencia nuclear basadas en fisión (el mismo proceso que en las centrales nucleares convencionales). Esas pequeñas plantas de potencia, que estarían además enterradas bajo la superficie lunar, ya que el material del que está hecho ayudaría como escudo protector frente a la radiación. El sistema descrito en las teorías transmitiría unos 40 kilowatios de energía eléctrica, lo correspondiente al consumo de ocho hogares “terrestres”. Esto sería suficiente para alimentar la base lunar, o una base incluso en Marte. Para que nos hagamos una idea, en la Estación Espacial Internacional, los paneles solares producen unos 120 kilowatios.

Aunque, claro está, primero tienen que terminar de sortear la crisis, que está heciendo que se retrase el desarrollo de la nueva nave Orión, encargada de mandar a la Luna a los humanos de nuevo, y dejando más tiempo de uso a los transbordadores espaciales. El Discovery ya está de nuevo en la plataforma de lanzamiento para llevar nuevos componentes y experimentos a la Estación Espacial Internacional.

También llevan la cinta mecánica COLBERT, cuyo nombre es en honor al humorista norteamericano que trató de hacer que un módulo de la NASA llevara su apellido, ya que la Agencia sacó a votación popular la elección del nombre, que finalmente se llamó Tranquility.

 

 

 

Meteorito encontrado en Marte

Después del asombroso hallazgo realizado por un astrónomo aficionado, en el que se apreciaban los restos de (posiblemente) la colisión de un cometa contra Júpiter, uno de los dos rovers de Marte podría haber encontado un meteorito en su superficie.


Ha sido el Opportunity (el otro está atascado y tratan de desatascarle), y ha descubierto una roca oscura y de una forma extraña, de unos 0,6 metros de largo. Lo gracioso es que el rover sacó la foto y después siguió su curso, y cuando llegaron a la NASA y las estudiaron, le mandaron de vuelta atrás unos 250 metros.

Tras estudiar la composición de la roca, los científicos lo tienen bastante claro. Es un meteorito. Es de una composición parecida a la que encontró el mismo rover en el año 2005, el primero que se encontró en otro planeta. Ahora basta estudiar las diferencias entre ambos y estudiar mejor el terreno con la ayuda de estas dos pistas. Con ayuda de un espectómetro podrán conocer más detalles acerca de la minerología del cuerpo.

Estudiar el meteorito podrá dar la posibilidad a los científicos de saber cómo era la superficie de Marte cuando chocó contra el planeta. La forma del meteorito, y su textura, indican que cuando cayó quedó enterrado bajo la arena del planeta, y además, su estudio nos indicará cómo era la atmósfera de Marte.

A lo largo de 5 años, tanto el Spirit como el Opportunity han estado circulando por la superficie marciana. El Opportunity ya ha logrado recorrer más de 10 millas, pero el Spirit lleva clavado en el mismo lugar más de un mes. Para tratar de sacarle, científicos han recreado la superficie marciana en la Tierra para ayudarse.

 

 

 

Los transbordadores espaciales volarán un poco más de tiempo

El año 2010 era la fecha límite para la jubilación de los actuales transbordadores espaciales, flota compuesta por los actuales Discovery, Atlantis y Endeavour y por la que también pasaron el Challenger y el Columbia. Ahora parece ser que podrían aguantar para poder terminar la Estación Espacial Internacional.


La nave en fase de diseño Orión se aproxima a la Estación Espacial Internacional (concepción artística) 

No sé a ustedes, pero a mí los transbordadores espaciales me gustan, y no me hacía a la idea de que a finales del año próximo fueran a desaparecer de los telediarios. Su existencia está llena de curiosidades, como que el vehículo de pruebas, allá por los ochenta, se llamará Enterprise debido a una cantidad ingente de cartas de fans de Star Trek que se lo pidieron al gabinete presidencial de la Casa Blanca. Originalmente se iba a llamar Constitución (me gusta más el nombre de Enterprise). Lo que no sabemos es si la nueva nave en fase de diseño, la Orión, pasará a llamarse Halcón Milenario o algo por el estilo.

Ahora, se ha propuesto marzo de 2011 para la fecha de jubilación del Discovery, Atlantis y Endeavour. Este último acaba de regresar de dos semanas anclado a la ISS para seguir su construcción, y ha traído de vuelta a Wakata, un astronauta japonés que llevaba cuatro meses en el espacio.

Además, también piensan extender la vida de la Estación Espacial Internacional hasta mínimo el año 2020, en lugar de hasta 2015 (su conclusión está programada para el año 2010, por lo que tendrían 10 años para tenerla completamente funcional). Después de haber tardado más de 25 años en construirla, no está mal que la aprovechen un poco más de tiempo.

Todas estas noticias vienen precedidas por una razón: la crisis económica. Debido a ella, se está retrasando irremediablemente el desarrollo del programa Constelación, que incluye la nueva nave Orión, destinada a volver a llevar al ser humano a la Luna para el año 2020. Ahora parece que la nueva nave no estará lista hasta el año 2017.

 

 

    FUENTE: Espacio Ciencia

   

                                         Nebulosas, cúmulos y supernovas

 

Se calcula que alrededor del 15% de la masa de nuestra galaxia está formada por nebulosas (del latín nebula, que significa “nube”). Inmensas nubes de gas y polvo que se calientan y condensan periódicamente, generando reacciones nucleares que dan nacimiento a las estrellas.

 

1) Nebulosa de Orión  2) Nebulosa planetaria Helix

La nebulosa de Orión, M42, es la más conocida y fácil de ubicar. En un buen cielo, se puede distinguir incluso a simple vista en el puñal del cazador Orión (cerca de “las Tres Marías”).

Una nebulosa planetaria es una variante mínima de una nebulosa. Se las llama planetarias porque  son la envoltura de gas que desprenden algunas estrellas cuando están a punto de morir, y esto hace que algunas de ellas tengan forma de anillo, muy parecido a los anillos que circundan a los planetas (como Saturno o Urano).

Además, situadas a distancias mayores que la mayoría de las estrellas aisladas, es posible que encontremos cúmulos globulares. Por el momento se han llegado a observar alrededor de un centenar de cúmulos.

Los cúmulos son algunas de las formaciones más antiguas de la galaxia. Son grupos de muchas estrellas que se mantienen unidas por sus propios campos gravitatorios, y pueden acumular desde 100.000 estrellas hasta millones.

 

1) Omega Centauri 2) Supernova del Cangrejo

Semejante aglutinamiento de luz es tan luminoso que algunos cúmulos pueden verse incluso a simple vista. El más brillante es NGC5139, Omega Centauri, situado a una distancia de 17.000 años luz de la Tierra. Por otro lado, NGC104, 47 Tucanae, también situado en el hemisferio sur, es el segundo cúmulo más luminoso del cielo.

Pero también se han identificado alrededor de un millar de cúmulos abiertos. Estos son cúmulos mucho más dispersos de estrellas formadas recientemente, que generalmente siguen rodeadas de restos de gas. Están formadas por un número variable de estrellas, desde unas pocas docenas hasta varios centenares.

Las Pléyades, M45, y las Híades, ambas en la constelación de Tauro, son algunos de los cúmulos abiertos más conocidos.

La destrucción final de una estrella masiva produce una supernova, una reacción que se parece en su naturaleza a una inmensa explosión nuclear. El gas liberado por la explosión incorpora a su paso materiales de otras nebulosas interestelares, creando así un vasto remanente de material incandescente.

Las supernovas pueden resplandecer en nuestro cielo como si fueran estrellas nuevas, aunque se apagarán en el espacio de una generación. La supernova más célebre es la nebulosa del Cangrejo en Tauro.

Fuentes:

 

 

 

Sorpresa bajo el hielo antártico


Un equipo de investigación de la NASA perforaba un pozo de unos 20 centímetros de diámetro y 2 metros de profundidad en la Antártida.

Esperaban observar el espesor del hielo antártico pero, para su sorpresa, una pequeña criatura cruzó nadando delante de la pantalla y en seguida se posó sobre el cable de la videocámara. Por lo que se puede apreciar en el video, su forma se asemejaba a la de un camarón

Cuando subieron la videocámara, había también un largo tentáculo enrollado en el cable, que los científicos adjudicaron a una medusa, o a un animal similar.

“Operábamos bajo la suposición de que no había nada debajo,” dijo el científico de la NASA Robert Bindchandler , quien presentará mañana los descubrimientos iniciales, junto con el video, a la American Geophysical Union para un mejor análisis.

“Técnicamente, no es un camarón, sino un crustáceo llamado Lysianassidae Amphipoda, que está remotamente relacionado con el camarón.”, detalló el científico.

Lo sorprendente del caso es que no se esperaba encontrar más que algunos microorganismos sobreviviendo a tan extremas condiciones ambientales. El video revelaría que la vida compleja puede desarrollarse bajo el agua oscura y congelada. ¿Qué hay entonces de los lugares extremos y hostiles para la vida en el Sistema Solar, como Europa, la luna congelada de Júpiter?

El microbiólogo Cynan Ellis-Evans, de British Antarctic Survey, cataloga al hallazgo como intrigante. “Esta es la primera vez que se encuentra una forma de vida compleja directamente bajo el hielo de un ambiente subglaciar”.

Escéptico al respecto, consideró la posibilidad de que estas criaturas nadadoras hayan venido de otro lugar y no habiten permanentemente bajo el hielo antártico.

Sin embargo, Kim, co-autora del estudio, lo duda. El sitio excavado en la Antártida occidental está a al menos 19 kilómetros del mar abierto. Bindschadler excavó un pequeño pozo con una poca cantidad de agua. Esto significa que es improbable que las criaturas hayan nadado grandes distancias y fueran capturadas al azar en esta pequeña zona.

Pero si las criaturas halladas fueran autóctonas, cabe preguntarse de qué podrían alimentarse en esas condiciones extremas. Mientras algunos microorganismos pueden desarrollar químicamente su propio alimento en el océano, la vida compleja (paradójicamente), como los artrópodos, no pueden.

“Es asombroso encontrar un gran misterio como este en un planeta donde pensamos que lo conocemos todo”, concluye Kim.

Fuente: CBS News / Video: YouTube

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En el 50 aniversario de la NASA, Stephen Hawking fue preguntado directamente: ¿Estamos solos en el Universo? Su respuesta también fue muy clara y directa: probablemente no.


Además, señaló tres posibilidades. La primera es que no hubiera vida en ningún otro punto del Universo. La segunda, que haya vida, sea inteligente, y esté mandando señales al espacio en busca de otra civilización como la nuestra. Y la tercera, que haya vida, la vida primitiva es muy común, pero la inteligencia es muy extraña. “Algunos podrían decir que eso aún tiene que llegar a la Tierra”, dijo Stephen Hawking, famoso también por su gran sentido del humor.

También dijo cosas de gran sentido común, a la hora de encontrar vida alienígena. Los científicos siempre buscan condiciones para la vida tal y como la conocemos, pero, ¿por qué tiene que ser necesariamente así? Los extraterrestres podrían no tener un ADN como el nuestro. “Cuídate de acercarte a un alien. Podrías infectarte de alguna enfermedad para la que no tengas resistencia”, avisó el científico.

Lo que normalmente nosotros entendemos por vida es una larga cadena de átomos de carbono, con otros pocos átomos, como nitrógeno o fósforo, pero Stephen Hawking sostiene que la vida extaterrestre podría seguir otros patrones. La Tierra fue formada por un número grande de elementos pesados, incluidos el carbón y el nitrógeno. Algunos de estos átomos se las apañaron para convertirse en ADN. “Una de las posibilidades es que la formación de algo reproducible, como el ADN, es muy improbable. Sin embargo, en un Universo con un número muy grande, o infinito, de estrellas, uno puede esperar que suceda lo mismo en unos pocos sistemas solares, pero estarían muy separados entre sí.”

Así, Stephen Hawking advirtió de que tal vez estamos buscando erróneamente basándonos en las premisas de que necesitamos del carbón para encontrar vida exterior. Incluso elementos como el arsénico es capaz de soportar la vida bajo algunas condiciones. Podrían no necesitar carbón, ni fósforo, ni nitrógeno, ni agua, tan siquiera. Incluso el amoniaco tiene muchas propiedades parecidas a la del agua, y mezclado con ella, aguanta líquida a temperaturas mucho más frías que el agua por separado.

Fuente | DailyGalaxy

di
di

 

 

La semana pasada fue la mejor semana de la astronomía del año 2009, año Mundial de la Astronomía, precisamente. Y es que al eclipse más largo del siglo XXI hay que añadir el impacto que recibió Júpiter.


Ahora, el telescopio más querido y más famoso, que orbita alrededor de la Tierra ofreciéndonos las mejores vistas del Universo, ha prestado atención a la cicatriz que el gigantón del Sistema Solar muestra en su superficie. Qué mejor imagen que buscar después de recibir la visita de los astronautas del Atlantis, que realizaron las últimas maniobras de mantenimiento antes de que el telescopio espacial Hubble se jubile.

El terreno afectado, en la atmósfera de Júpiter, que muestra la cicatriz, es del tamaño del oceáno Pacífico, y se sigue suponiendo que fue un cometa lo que chocó, aunque aun no se puede asegurar nada.

Además, los científicos pueden usar los datos obtenidos del estudio del impacto anterior sobre la superficie de Júpiter, proveniente de los restos del cometa Shoemaker-Levy 9, que fue destrozado debido a la fuerza gravitacional del propio Júpiter, para estudiar el impacto de este último objeto. Se estima que sus dimensiones no serían superiores al medio kilómetro de diámetro y habría desprendido una energía mil veces superior al que desprendió el impacto Tunguska en la Tierra, generando una explosión que arrasó la superficie equivalente a una gran ciudad en Siberia en el año 1908.

El Hubble va a sacar más fotografías en los días venideros.

di
di

 


Siempre que pensamos en dinosaurios nos vienen a la mente esos grandes animales prehistóricos, como los Tyrannosaurus, o los que no te gustaría encontrarte ni en pintura, como el Velociraptor. Pero también había dinosaurios pequeños.


Sin embargo, encontrar pruebas de la existencia de estos pequeños era más difícil porque normalmente eran comidos por otros más mayores y carnívoros, igual que nosotros nos comemos las gallinas.

Tenemos el ejemplo del Compsognathus medía lo que ahora un pollo, y es de los pocos dinosaurios de los que se tiene completa constancia de su dieta, pues se preservan restos de pequeños lagartos en su vientre.

Mientras el Composnathus pesaba como unos 3 kilogramos, más tarde se fueron descubriendo restos de dinosaurios más pequeños, como el Microraptor, descubierto en Asia, que medía de 42 a 83 centímetros de largo. Poseían dos pares de alas, aunque a pesar de eso era impedido para volar debido a su distribución, aunque hoy día sigue levantando discusiones entre los científicos.

El Parvicursor midió solamente 39 centímetros y pesaba 162 gramos, alimentándose probablemente de termitas. Es muy difícil encontrar dinosaurios aun más pequeños que este. Normalmente, la forma de defenderse de estos dinosaurios pequeños se basaba principalmente en su propio cuerpo, ya que algunos, como el Scutellosaurus, poseía un lomo y una cola cubiertas de bultos óseos.

Para estar informado de los últimos artículos, suscríbase:
Comentar este post

Archivos

¡Somos sociales!

Ultimos Posts